martes, 28 de noviembre de 2017

11.Luperca madre




La pera nos dejó su dulce frescura en la boca, con ella podemos atravesar el bosque sin miedo, eso dicen. Y entonces viene Luperca y nos da de mamar para ser mujeres nutridas y feroces. Eso dicen.
Porque ser capaces de sentir un amor feroz debe ser muy hermoso.
Un amor feroz. Pienso en eso.

Hoy ser lobas nutricias, dicen.
Amando, mamando. Me gusta el juego de palabras, pero las palabras dibujan su laberinto también.
En realidad, lo que importa es protegernos. Ser nuestras propias Lupercas feroces, amándonos como hay que amar a los cachorros, a las criaturas. Cuidándonos de cualquier mal rato, de un mal paso, de heridas que no es necesario sufrir.

Mañana es el último día del ciclo Agua al Puente, cambiaremos de traje y empezaremos un nuevo ciclo.
¿Cómo nos ha ido con este? Y entonces me meto en la máquina del tiempo.
Comparo esta Vuelta con el fin del mundo hace cinco años.
Pero claro, hay que considerar que el mundo se acabó.
Este lugar no es más que un tobogán para llegar a cinco años atrás.
Es una máquina del tiempo para volver al punto en que todo podría haber cambiado.
Todo lo demás es una excusa, un entrenamiento. El Laboratorio Central de Altos Estudios Sincrónicos no necesita esconderse mucho ni seguir en la clandestinidad: por más que todo esté a la vista, la distracción generalizada hará que vuelva a pasar el momento. Llegará el momento y no tendremos la energía necesaria al salto. Mongolia tendrá que esperar, otra vez. Esta Vuelta es un glitch.


1 comentario:

  1. con esta carta acabo de entender mi sueño, la madre feroz que nutre, ser nuestra madre, lo del tiempo aún me cuesta procesar...

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