domingo, 4 de diciembre de 2022

4 azul. Semilla en tierra

 

 -17 días hasta el solsticio

 

El segundo domingo de Adviento nos acerca un poquito más a la Navidad, con la esperanza de poder abrir nuestros corazones a la alegría interior del (re) Nacimiento. Se enciende la segunda vela en la corona olorosa. Bazar alemán de navidad de la iglesia católica, donde compro un calendario de Adviento para mi hermana, igual a los que usábamos de pequeñas; otro stolen (esta vez con mazapán), y me quedo sin dinero. Y después, a hacer bollos, que quedaron pendientes de ayer.

En el calendario de Adviento se van abriendo ventanitas hasta llegar al día del Nacimiento. Es lo que estamos haciendo: cada día una imagen, cada vez más cerca del solsticio (fecha astronómica pagana que posiblemente sirviera de guía para el calendario litúrgico). Pero en nuestro calendario no asistimos al milagro: queremos producirlo, estamos del lado de la Virgen, grávidas, empujando. Queremos parir el salto tS3, el naufragio de la poderosa, la mudanza. Un cambio de orden para cada una.

A este día corresponde el poema “La fuerza de las cosas”, dedicado a la eclosión de la mariposa monarca (Danaus plexxipus):

 

Cabeza abajo, frágil

a salvo en otro mundo

bella Psique durmiente

joya translúcida

arca y alhaja

 

Un día lo logra

el jade estalla

un vitral vuela

 

De regreso en casa, me quedo hasta tarde leyendo las memorias de una joven dama de corte del periodo Kamakura (siglo XIII). Era una época en la cual se intentaban copiar los refinamientos del periodo precedente (Heian), durante el cual se escribió el Genji Monogatari: la historia o el cuento del príncipe resplandeciente. La dama Nijō tituló sus memorias Towazugatari: el cuento no solicitado.

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