jueves, 10 de noviembre de 2022

6 rojo. Embeleso.

 

Estos días termino tan cansada que no veo manera de escribir. Publico sólo porque me lo he propuesto, para que quede constancia, para obligar al cuerpo al suplicio de estar media hora más clavado en la silla, frente al brillo mortecino de la máquina de hilar. Lo que pueda escribir no agrega nada, sólo es una disciplina, un cilicio. Intento construir una rutina que sea un arca de salvación. Me adentro en el desierto y los cuarenta días van cayendo, arena en la clepsidra.

Hoy no llovió como esperaba; ha sido un día de burocracia académica, confío en poder reponerme el fin de semana. Lo mejor del día fue la demostración de sumo. Por la noche, llovizna.

Extraño el embeleso de amor entre la madre y su criatura recién nacida. Lo invoco.


No hay comentarios:

Publicar un comentario