-17 días hasta el solsticio
El segundo
domingo de Adviento nos acerca un poquito más a la Navidad, con la esperanza de
poder abrir nuestros corazones a la alegría interior del (re) Nacimiento. Se
enciende la segunda vela en la corona olorosa. Bazar alemán de navidad de la
iglesia católica, donde compro un calendario de Adviento para mi hermana, igual
a los que usábamos de pequeñas; otro stolen (esta vez con mazapán), y me quedo
sin dinero. Y después, a hacer bollos, que quedaron pendientes de ayer.
En el calendario
de Adviento se van abriendo ventanitas hasta llegar al día del Nacimiento. Es
lo que estamos haciendo: cada día una imagen, cada vez más cerca del solsticio
(fecha astronómica pagana que posiblemente sirviera de guía para el calendario
litúrgico). Pero en nuestro calendario no asistimos al milagro: queremos
producirlo, estamos del lado de la Virgen, grávidas, empujando. Queremos parir
el salto tS3, el naufragio de la poderosa, la mudanza. Un cambio de orden para
cada una.
A este día
corresponde el poema “La fuerza de las cosas”, dedicado a la eclosión de la
mariposa monarca (Danaus plexxipus):
Cabeza abajo,
frágil
a salvo en
otro mundo
bella Psique
durmiente
joya
translúcida
arca y alhaja
Un día lo
logra
el jade
estalla
un vitral
vuela
De regreso en
casa, me quedo hasta tarde leyendo las memorias de una joven dama de corte del
periodo Kamakura (siglo XIII). Era una época en la cual se intentaban copiar
los refinamientos del periodo precedente (Heian), durante el cual se escribió
el Genji Monogatari: la historia o el cuento del príncipe
resplandeciente. La dama Nijō tituló sus memorias Towazugatari:
el cuento no solicitado.
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