Qué iba a saber yo que esto iba a ser así.
Tarde espectacular en el bunker, luz gloriosa, un momento de perfección suspendido en la punta de una aguja ahora mismo suspendida en la cima, como equilibrista, viendo a ver cómo es que se surfea este asunto, y sí, a veces me da miedo, pero ni tiempo para el miedo da. Voy atrasadísima con el ejercicio espiritual y en el día ya no hay 24 horas sino 18, ¿cómo se hace?
Y sin embargo las nubes de esta tarde.
Sí, en la punta de una aguja, haciendo equilibrio de puntillas, mientras suena jazz a esta hora, big bands, big names. El universo entero a punto de dar la voltereta de su vida, a punto de trastocarnos los opuestos justo en las narices y fusionarlos de una vez por todas o separarlos en mitades de espejos, universos paralelos, Alicia, ¿me oyes? Pero mientras tanto, variegato, como el helado de amarena. Un poco confuso, días pasados intensos, pero a pesar de todo, esta tarde, estas nubes.
Mientras tanto, contenta en la sala de mandos del bunker, casi sin poderme creer tanta calma, ¿a cuenta de qué? Simplemente por las nubes, esta calma soleada. Una de esas tardes en que las condiciones atmosféricas son sólidos aéreos con faralaos, matronas, nudibranquios impúdicos, galeones orlados de fruta. Después de una mañana ejercitando la escala, tarde de preparar té y galletas.
Esperando visita.
Las bestias paseando por los claros de sol, maquinando torpemente y sin querer su próxima TEOTWAWKI (el fin del mundo como lo conocemos; pues sí, yo también me sorprendí). Venus entra en Libra a pasos de danza, tú sólo imagínatela.
Y sin embargo las nubes de esta tarde.
Sí, en la punta de una aguja, haciendo equilibrio de puntillas, mientras suena jazz a esta hora, big bands, big names. El universo entero a punto de dar la voltereta de su vida, a punto de trastocarnos los opuestos justo en las narices y fusionarlos de una vez por todas o separarlos en mitades de espejos, universos paralelos, Alicia, ¿me oyes? Pero mientras tanto, variegato, como el helado de amarena. Un poco confuso, días pasados intensos, pero a pesar de todo, esta tarde, estas nubes.
Mientras tanto, contenta en la sala de mandos del bunker, casi sin poderme creer tanta calma, ¿a cuenta de qué? Simplemente por las nubes, esta calma soleada. Una de esas tardes en que las condiciones atmosféricas son sólidos aéreos con faralaos, matronas, nudibranquios impúdicos, galeones orlados de fruta. Después de una mañana ejercitando la escala, tarde de preparar té y galletas.
Esperando visita.
Las bestias paseando por los claros de sol, maquinando torpemente y sin querer su próxima TEOTWAWKI (el fin del mundo como lo conocemos; pues sí, yo también me sorprendí). Venus entra en Libra a pasos de danza, tú sólo imagínatela.
Bueno, pues hoy tenía pendiente hablar de Gurdjieff, así que si todavía no has escogido tu ejercicio para la última mitad de #losultimos100dias, tengo dos sugerencias. Pero primero hablemos del ejercicio espiritual. Total, si sólo faltan 53 días, qué más da, vamos a aprovecharlos, ¿no? Pues eso.
Aquí está, para los que quieran jugar, pronto se cumplirá la mitad exacta del recorrido de #losultimos100dias, armónico, pasen y vean lo que hace la repetición, juego de ondas, narrativa, y cómo llega el momento justo para que todo converja hasta ese preciso punto de inflexión, y ahí estamos, qué aventura más singular, ¿verdad?
Aquí está, para los que quieran jugar, pronto se cumplirá la mitad exacta del recorrido de #losultimos100dias, armónico, pasen y vean lo que hace la repetición, juego de ondas, narrativa, y cómo llega el momento justo para que todo converja hasta ese preciso punto de inflexión, y ahí estamos, qué aventura más singular, ¿verdad?
Ejercicio 1: entonces toma un cuaderno de 50 páginas
(numéralas en orden descendente, si quieres ser prolijo), y cada día haz un
dibujo, lo que sea, hasta que te guste lo que has hecho. Uno solo cada día. Fíjate bien en lo que
va pasando en el proceso, hasta que sepas que está listo. Anótalo al lado. Cada día.
Tarde gloriosa, tardé gloriosa. Pero aquí estoy llegando.
Casi
a mitad del camino. Se siente bien. Musiquita, un momento suspendido en la paz
de una tarde quieta, a pesar de que falten los mangos y las guacamayas, es
increíble que en medio de #losultimos100dias haya este oasis, qué hermosura,
gracias.
Si así llueve, que siga el fin del mundo, y ni siquiera
llueve, incluso oigo la marchantica, la misma que se escuchaba desde la casa
de la abuela, cuando no estaban los caballos cansados de Teodosio llamándonos a
la aventura. Pero la película no dura mucho. La memoria es ese gran misterio
que imprimimos con reglas que a veces y casi nunca se explican… suerte que lo
importante se guarda en el agua de las células, el líquido amniótico. Llevo un
zapato de mi padre y otro de mi madre. A veces se pelean, es inevitable. Pienso
en cómo se camina con dos zapatos distintos. Cómo resolver la dualidad. Agota buscar
soluciones, escuché esta mañana.
Pero esto no será siempre así. A disfrutar el momento de
calma, a saber dónde están los pies y de qué calzan, mañana salgo a caminar.
Vengan! Tráiganse sus zapatos. Caminemos a ver qué nos dice eso… Saludos a Joshua Jeffrey Jonathan Davis.
Escribir a esta hora me distrae demasiado, todo son jaleas
que caen de una cuchara de palo, y sin embargo hay ese aire de sacralidad que se
desprende del Gran Dios Pan, según lo cuenta Arthur Machen. o como el poeta que ha sido tocado por la ninfa, como lo contó Marguerite Yourcenar, la cierva blanca de los romances medievales. Para terminar ejercitando la polonesa, qué alfombra roja, honor agradecido.
La gente se va a dormir, en el búnker sigue sonando el jazz, no recuerdo si bunker lleva acento o no.
DESDE LA TERRAZA
La tarde gotea
jalea delicada
transparente y lentísima
de la punta de una cuchara de palo
Los ruidos cuelgan lejanos: maquinaria
conversaciones desleídas un chorro de agua
piar de pájaros
Mi gato ingrávido
salta desaparece
Espero
un canto insiste, plañidero
La luz se concentra
se alisa el aire y brilla más
doloroso
las hojas son más verdes
todo se intensifica
Las paredes tienen
un último momento inaudito
resplandecen como frutas
El árbol se encrespa
en volutas verde y sombra
Llega la penumbra
casi dulce
Nada sucede hay un fulgor
y luego
el mundo se sumerge
Algo se ha roto
se abren los ruidos
música una risa
Los pájaros también lo saben:
se han recogido
al otro lado de las hojas
(de: Sin hacer ruido)
La gente se va a dormir, en el búnker sigue sonando el jazz, no recuerdo si bunker lleva acento o no.
Prodigios de última hora: el planeta diamante.
ResponderEliminarhttp://www.lagranepoca.com/25865-planeta-diamante-descubren-constelacion-cancer
(y qué periódico es este?)
Ejercicio espiritual 2:
ResponderEliminarCaminar como una meditación, como un juego, como una reflexión sobre el caminar.
Si estás en Caracas y quieres caminar en compañía, nos reunimos a las 10:30 en el obelisco.
Siguiendo la invitación de Global Performance Art Walking a convertir cada paso en arte:
(http://www.facebook.com/groups/globalperformanceartwalks/)
La matica que aparece al principio adivina que es, si CALÉNDULA, maravillosa caléndula.Si ya me pongo a bailar venus entrando en libra jajajaj ya pinté.
ResponderEliminarNo sé si puede haber un comentario más apropiado.
ResponderEliminar(vía Calendario Maya - Tzolkin 2012)
28 de octubre. Caminante del cielo planetario rojo. El caminante es la perfección en la onda de la semilla. Quiere decir que la forma de llegar al máximo florecimiento o crecimiento (semilla) , es mediante la expansión y el gozo.
En el cielo no existen los límites, ni las rutinas, ni los patrones mentales, y hoy podemos experimentarlo, en nuestra vida diaria.
El cielo es como el campo, al que no se le pueden poner "puertas".
Probemos nuevas alternativas, enfoques y actitudes. Seamos creativos.
Gracias