Para trabajar el significado de la carta
Anoche conocí a un hombre que sueña cada noche con el mismo bosque. El bosque lo despierta, cada árbol quiere ser pintado. El hombre se levanta, pacientemente, y en las paredes de su casa dibuja un árbol a la vez, hasta vivir en el bosque. Hablan bastante los árboles, si te pones a escuchar, para no hablar de las piedras. El asunto es que es necesario hacer un ajuste de ritmos para entenderse, acoplar las vibraciones. Las ramas entonces alcanzan el cielo, mientras las raíces se hunden en las encantadas grutas de Perséfone.
Imagen vía Dreamwork with Toko-pa |
Vamos hacia el misterio. Ha iniciado el camino a Eleusis, un descubrimiento que tiene
que ver con el poder de la vida y la fertilidad. Un viaje que haremos tanteando, porque se trata de un misterio: sólo puede experimentarse. Un viaje que se augura largo y lleno de aventuras, viejo Kavafis, y muchas mañanas de verano. Seguimos caminando el viaje de #losultimos100dias, y no olvidaremos nada de lo vivido, aunque no lo recordemos: todo quedará grabado en la semilla.
Cada uno camina por sus razones, es como Marruecos: tantos caminos como caminantes, y sus expectativas. Escojo una ruta de peregrinación que pueda andarse cantando y nombrando de nuevo cada accidente del mapa, para volver a crearlo junto a la araña original de la cosmogonía australiana. Confío en mi aliento.
Esa máquina misteriosa arrancó a caminar anoche, abrió su puerta y nos mostró un grano de cebada. Deméter es Koré, el arte de la flor dentro de la semilla dentro de nosotras, tierra fértil.
CONVOLVULACEA EN ELEUSIS
Porque no quedaran dudas floreó azul
en dos balcones morning glory centenares dando gracias
a la luz de la mañana se abrían para nosotras
tintineando
Con Deméter de niña sembramos
bulbos de tulipanes bajo el sauce
Mucho más tarde mis primeras semillas
fueron las últimas que ella entregó a la tierra
asistí sola al acertijo
Se raspa un poco el grano remojado en agua tibia
(prueba con el codo, con el dorso de la mano)
para ayudar al retoño acorazado y sus zarcillos
que habrán de levantarse y anunciar
la resurrección en sus trompetas blancas
perfumadas de noche Ipomea alba
luna en flor
Me enorgullezco de cada raíz nueva
vigilo las hojas que brotan tímidas briosas
tiemblo con las enfermedades
incomprensibles
aprendo a ser brutal
(extracto de Sin hacer ruido)
Una cruzada notable: el banco comunitario de semillas. En el bunker me apena echar a la basura las semillas que llegan dentro de la fruta: veo las naves en miniatura, arquillas de Noé cargadas de información sobre todo el programa
planetario. Son como la placa de oro en el Voyager: un mensaje. Cada una de las especies que vive sobre el planeta posee intracelularmente la información genética de todo el planeta. Estamos entrelazados, trenzados. No estamos aislados, es mayor el océano que nos une, los misteriosos neutrinos.
Disco de oro de las sondas Voyager |
Único tripulante en femenino espacio
Jonás en líquido
amniótico gaviota
inabarcable
en la barca Tereshkova
arquilla
memoria planetaria en oro
tus
alelos custodios, resumiendo
Valentina, como en el Voyager la placa.
(extracto de La Máquina de Hilar)
Confiar una semilla a la tierra es un velatorio y un entierro. Si sólo te quedaran 82 días, siembra un árbol: es una invocación poderosa de esperanza.
Sembrar ese árbol, cantar ese mapa en #losultimos100dias.
Me conmueve la hermana luna Holanda en trabajo de parto, y es que acaso cada uno no esta pariendo, pariéndose a si mismo a cada instante, y la carta es el tiempo del alma, la semilla en la tierra, sembrarnos cada uno junto al árbol y pintarnos como ese hombre en cada pared, en cada papel, para ver nuestro reflejo y disfrutar de estos 80 días, con esperanza y gozo, pues pariremos a un ser de luz y viento, agua y tierra.
ResponderEliminarA mí me conmueve lo que nos dices.
EliminarGracias, hermana.