sábado, 29 de septiembre de 2012

3. El tejido del tiempo

Para investigar el significado de la carta


El día de San Miguel Arcángel, en el bunker tengo casi todo lo que me pueda hacer falta. Buenas películas. Más libros de los que podré leer #losultimos100dias. El chinchorro más bello del mundo, tejido en una fibra que no es ni moriche ni dispopo. Un chinchorro que es una red para cazar mariposas monarca y sueños propiciatorios, sueños aéreos y selváticos. Me arropo en el chinchorro como quien entra en una crisálida permeable, rememoro beso, trance y caída y sobre todo me amarro en el tobillo el hilo de Ariadna.


En la selva toda es virgen respondí al llamado
urdida presentida desde tu sueño catire
midiéndome amarillo en tu lacustre abrazo
coronaste al reconocerme tuya: rapto, trance y caí
en la madriguera hipnotizada sin ovillo
sonámbula consorte.

(extracto de La Máquina de Hilar)

Sueño con el tejido que nos une y sostiene, la urdimbre divina del tiempo sistémico en red, y la trama flexible que enredamos en el dibujo de la alfombra. Para contar el cuento, hay que extraer la narrativa de los eventos, del orden secuencial en que nos los presenta la cronología lineal. Al contar el cuento, cada evento se relaciona y anuda con muchos más puntos que sólo el de antes y el de después. Cada punto es el centro del laberinto, el centro de un sistema sincrónico. Contamos el cuento, para hilar sentido. Hilando la pajarera en oro, tramo, tejo y bordo manteles, sudarios y alfombras.

Acunada en el tejido del tiempo y el chinchorro, sostenida en el aire por las alcayatas. Pero lo que sostiene las alcayatas son las paredes, la casa, el contenedor útero, la solidez bien asentada en la tierra, con raíces que se abrevan en las aguas freáticas que construyen estalactitas y estalagmitas en las cuevas subterráneas. Alcayata es lo que sobra en este mundo. Buenas alcayatas, no tanto, me dicen que las alemanas llevan premio, pero no serán las únicas. La casa no se tambalea al desatornillarle las alcayatas, y el temblor que la sacude cuando la enredadera es mal podada, se aquieta con cada nuevo retoño.

En la tierra fértil y húmeda del subsuelo está el depósito de todas las semillas, cada una en su particular estadio de maduración. No es fácil bajar, y hace falta voluntad responsable y un enorme voto de fe, hágase en mí según tu voluntad. Agarra aire, aguanta la respiración y baja en apnea al mundo submarino. ¿Qué encuentra Perséfone, cuando voluntariamente desciende al mundo subterráneo, qué descubre en sus cavernas de sueños olvidados? Hay tanto que encontrar, quien aúlla bajo la luna sabe que el camino de las piedras es necesario. No dejes de comerte las nueve pepitas de granada, aunque luego te duela la barriga.


Fondo musical de hoy, cortesía de Gatakelly 
gracias por las palabras

Todo esto para decir que #losultimos100dias, que ya no son 100 sino 83, toca volver a entrar en las órbitas sincrónicas, bajar con sus engranajes de ruedas de la fortuna y limpiar y ordenar todo lo que haya que limpiar y ordenar; y al mismo tiempo sembrar, regar y podar con la habilidad de diseñar futuros; y al mismo tiempo amasar, cocinar y hornear con la justa medida de fermento alquímico; y por supuesto no dejar de hilar, tejer, medir y cortar. La luna es propicia para que arda lo que tenga que arder, y el ave fénix vuelva a volar. Comienza la peregrinación a Eleusis, hoy, día 13 del mes de Boedromion.
En los 83 días que quedan necesito un nuevo mapa para el camino, aquí estoy, lista para el viaje.

The preparations for the holy Mysteries

"(...)  the 13th day of the month of Boedromion, 
in the consuetudinary form of the procession which accompanies the sacred objects, 
so that the 14th day they escort back the sacred objects to the Eleusinion in the City..."

A menos, por supuesto, que esa choza esté montada sobre patas de gallina, como pasa con la casa de Baba Yaga. Mi bunker flota directamente sobre lecho de aguas del diluvio universal, el primero. Las aguas alimentan el jardín, el bosque, la selva desatada, la enredadera que entraba en mi habitación y me ofrecía ristras cotidianas de flores albas. 
Pero los retoños ya están creciendo y sus zarcillos son fuertes y tiernos.

Gracias a Taroteca Uruguay



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