martes, 18 de septiembre de 2012

4. Las cuatro fases de la Luna

Fase lútea folicular retoza
la ere paralizada en cíclico
estrógeno minuet progesterona
Artemisa en camino a Venus
de alfiler en aguja y viceversa
cuatro lunas soñadas, cuatro diosas
con traje de pescado todas
sostienen una cruz ansada.

(extracto de La Máquina de Hilar)

Para volver al camino del Ánima


Hicimos todo lo que debe hacerse, seguimos las instrucciones al pie de la letra, cumplimos con todas las fases de la preparación para la activación. Sufrimos la cola en silencio. Soportamos a los turistas impertinentes, que no entendían la gravedad del momento y se satisfacían con la idea de tomarse una foto para montarla en su página de facebook de inmediato, vía android. Hace rato que estamos viviendo until the end of the world, Wim. Ascendimos por la escalera de vírgenes y santas, un canal de parto angelical, presidido por columnas envueltas en zarzas de mármol y abejas doradas. 
Llegamos a la diosa negra.
Se activó la máquina devocional.




¿Eso fue antes, o después de que la Luna Plateada me metiera las manos dentro del cerebro y me realizara una cirugía etérica? Debo haber tenido algo muy raro allí metido, algún gusano reacio a transformarse en mariposa.

Puntual y globalmente se engranó el reajuste en el sistema de valores, se reunificaron los opuestos, fundiéndose en un mosaico genético: ya estaba formada la quimera. La vía femenina pasa por el rapto amoroso, el beso y el bosque; y su narrativa puede ser difusa. Sistémicamente sincrónica.


Algún día te das cuenta del dibujo sobre la alfombra, sobre el mensaje intergaláctico que te llega directo, vía la alfombra persa, y no hay contradicción, ni duda. Ahí está muy claro, y si no es, se parece igualito: el poder de la geometría sagrada. El verbo famoso que anima toda la creación. Que es como decir, onda con intención. Está todo dicho.

Ilusión y realidad.
El poder femenino recuperado.



2 comentarios:

  1. Todo hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña. Mark Twain

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    1. Qué lindo, me recordaste una película deliciosa de animación en stop-motion, en que el viejo Mark Twain viajaba con sus sobrinos en un globo aerostático:

      Las aventuras de Mark Twain
      (Director: Will Vinton, Guión: Susan Shadburne, MGM 1985)
      Duración: 86 minutos

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