miércoles, 26 de septiembre de 2012

12. La selva oscura (hay noches así)

Auxilio, en el día -85 de  estoy a punto de mandar todo al carajo 
Auxilio, en el día -85 de  SE ME JODIO LA CONEXIÓN ME MUERO 
Fracasar por un problema técnico en el día -85 de  qué triste
Ya está, lo solté, no he dicho más que barbaridades 



Para volver al significado de las 96cartas


Auxilio, cuando faltan 85 de los últimos 100 días estoy a punto de mandarlo todo al carajo y escribir de verdad impúdicamente. Diciendo cualquier cantidad de barbaridades, sin censura.

Creta, la civilización del laberinto, ¿fue barrida por un tsunami originado por la erupción del Santorini, en 1.500 a.C.?


La verdad es que no logro estar al día con twitter. Entramos en una nueva dimensión del tiempo, vertiginoso y en espiral, ya todos se están dando cuenta. Es imposible que el recorrido del sol durante un día quepa en la misma cantidad de reloj como solía hacerlo. O viceversa, ahora me confundo, sobre todo desde que me enteré de que la mujer de Einstein fue quien escribió la fórmula matemática de la teoría de la relatividad, y por eso cuando Albert ganó el premio nobel, todo el efectivo del premio, pero ningún reconocimiento público, fue a parar a manos de Mileva Maric. La primera mujer, obviamente, no la joven. De todas maneras, el tiempo se acorta, se comprime, se enrolla en caracol. No alcanza. Y sólo quedan 85.
Las Plantas se están aliando y se potencian. Cuidado con lo que digo. Que mi nombre delirio es Casandra. ¿Habrá un bolero para mí?

La verdad, es que estoy adicta. Drogada. Enganchada a la Red. Si me desconectan, muero. Además, perdería mi apuesta de los 104 días, y no me parece.


Acompañado de Solfeggio frequency 528 HZ .


Como en el trabajo de Janet Cardiff, las realidades y los tiempos se superponen. Quisiera yo también, como quien tiene la bendición de los cielos para ello, llamar tu nombre, invocar una iniciación, darte esa vibración, buena vibra, ese dibujo como un Gego delante de ti, pero de luces, que suene más bonito que la espada láser de la Guerra de las Galaxias. Pero mejor todavía, llamemos tu nombre cuando nos veamos. Quién sabe lo que nos quería decir con la gran reticulárea, vieja bruja sabia y entrañable, extrañada hermana, al otro lado de la moneda de Elsa Gramko, su alma sombría y pura. Cuánto orden en su taller, en la ventana contigua, cómo envidio esa pulcritud. Y yo, la verdad, es que creo que raspo la asignatura una y otra vez. Y sólo me salva la risa, si lo logro. Todo un gran juego, un hermoso juego. Enséñame, si puedes. Qué risa, es en serio, de verdad. Soy muy tonta y por eso me encierro en el bunker, allá afuera qué delicia participar del drama y la comedia, la compasión y la devoción, hágase en mí según tu voluntad, a veces solemne pero otras tantas, o más, cagada de la risa, por favor, porque de verdad. Te digo.


El túnel del amor


Vivimos tiempos radicales, de alta intensidad. Foco: la única palabra que no se pronuncia en una adivinanza, es la solución al enigma. En los largos jardines, suena el concierto de los sapos. Escuchar más los ruidos de la noche, los ruidos de los días. Hay una vela encendida y miro el dibujo de la alfombra. Sueño que soy una bruja arquitecta, sueño que soy Borges en el centro del laberinto y las ruinas circulares. 

Las órbitas sincrónicas, ¡qué problemata! Cómo se re-presentan, cuando llega el tiempo de las alineaciones, y entonces la calma chicha de lo que alguna vez fue céfiro pretende soplar, por inocente que parezca. Qué bochorno, y el ajeno. Pero también se junta la Red de Lavanderas, la cuadratura del círculo, y se echan a volar los globos de papel, fuego en el aire, y tanto aire y largos jardines.



Tengo un laberinto en el pulgar.


¿Qué me toca ver?
Donde se acaba este particular sistema de órbitas, y sobre todo, si disfrutaré al repasar cada uno de los puntos, paso a paso; o prefiero dedicarme a disfrutar de otros sistemas sincrónicos. Quizás, si logro hacerlo con la suficiente ecuanimidad y Rescue Remedy, podré apreciar la gran sabiduría que encierra la lección del (último) día. No pienso, oigo. Miro. Miro en mis órbitas sincrónicas que se me representan teatralmente: busco la acción justa, las razones justas, el justo balance. A veces, de verdad, lo mandaría todo al carajo.
A veces, más bien, debería.

Se sella el veredicto y el destino, admito mis culpas, el día del perdón. Purgación, expiación, propiciación: el día perfecto para encender luces. Salir del Jardín por el propio pie, como Perséfone. Encontrar con exactitud lo que tengo que invocar y co-crear, he ahí la cuestión.  Depende de adonde quiera ir ahora, y del dibujo en el mapa. Jardín de lossenderos que se bifurcan. Dimensiones paralelas en fractal. Laberinto de espejos, Megelas, sin saber si hay una original y una copia, ni cuál sería una y cuál la otra.


Según qué días lees y por cuáles madrigueras de conejo te sumerges, tendrás una lectura particularizad de tu paso por el laberinto de Alicia. Creo que voy a dar premio a quienes los lean todos, y sé de una que llevará el primer premio, por hacerlo con intención y disciplina.

La verdad es que no estoy segura de que se me entienda.
Todo está pasando ahora, y es perfecto. 




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