Primera Meditación TextoTextilTerapéutica.
Color: verde esmeralda.
Poderosa meditación anagramática para
activar la fuerza de la naturaleza salvaje, nuestra herencia genética vegetal,
el ADN de la clorofila bloqueado en nuestros núcleos celulares. Es una meditación
de modalidad coreográfica, que llama a movimientos instintivos, surgidos del
alma primitiva, salvaje en el sentido más puro, poderoso y sabio de la palabra.
Canaliza la conexión con la diosa virgen, Artemisa, Señora de las bestias y del
Laberinto.
Modelo: Corina Fortoul. Fotos: Maurizio Donelli Traje TextilTerapéutico de Elisabetta Balasso |
Me encuentro
en lo más tupido del bosque; es mi bosque, mi refugio, mi palacio.
La selva parece un laberinto, pero yo conozco todos los caminos entre los árboles. Estoy en el centro del Laberinto. Soy una Cazadora: observo, miro con mil ojos abiertos como heridas, pero no me dejo ver. Camino confiada dentro del bosque que me protege; sus criaturas también me cuidan. Respiro olor de musgo húmedo. Estoy conectada con las vidas animales, con las vidas vegetales y con las vidas minerales: nos comunicamos en un lenguaje hecho de sonidos arcaicos. Siento la presencia de los seres sutiles, los elementales que brotan directamente de la naturaleza.
Me deslizo por el bosque con movimientos sigilosos, con tierna brusquedad. Soy la salvaje. Impregno todo lo que vive, soy la fuerza pulsante, la selva que avanza milimétricamente, recibiendo los nutrientes sagrados del sol, del agua y de la tierra.
Siento la savia correrme por dentro. Fluyo dentro de su río.
Contengo la fuerza de la clorofila.
El laberinto es mi aliado.
La selva parece un laberinto, pero yo conozco todos los caminos entre los árboles. Estoy en el centro del Laberinto. Soy una Cazadora: observo, miro con mil ojos abiertos como heridas, pero no me dejo ver. Camino confiada dentro del bosque que me protege; sus criaturas también me cuidan. Respiro olor de musgo húmedo. Estoy conectada con las vidas animales, con las vidas vegetales y con las vidas minerales: nos comunicamos en un lenguaje hecho de sonidos arcaicos. Siento la presencia de los seres sutiles, los elementales que brotan directamente de la naturaleza.
Me deslizo por el bosque con movimientos sigilosos, con tierna brusquedad. Soy la salvaje. Impregno todo lo que vive, soy la fuerza pulsante, la selva que avanza milimétricamente, recibiendo los nutrientes sagrados del sol, del agua y de la tierra.
Siento la savia correrme por dentro. Fluyo dentro de su río.
Contengo la fuerza de la clorofila.
El laberinto es mi aliado.
Vara
incorruptible sin pertenecer
parthenos florecida sin concurso de
humedad terrena
una en sí misma elusiva psique conclusa
intacta huerta cerrada, guijarro en
embrión
castillo interior o las moradas
yermas
por faltar flechas del arquero y el
riesgo del beso
inexplorada zarza ardiendo sin
mancilla
en claro espejo baila con su
minotauro
trance y serpientes en roscas por
muñeca
roja solución enredo de madeja
la pérdida del velo pasa por el
rapto.
(Extracto de La Máquina de Hilar)
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