miércoles, 17 de octubre de 2012

7. Heráclito, el curso del río

AGUA: Heráclito, el curso del río


Llega el momento en que la Doncella debe pasar el río.
Algunas veces hay un escorpión en la orilla, fiel a su naturaleza.
Cuando lo haya atravesado, ¿quién será, al llegar al otro lado?




Qué hacer cuando tanto llueve, cuando una pared se derrumba, cuando entra el lodazal al patio de la casa, cuando la casa se diluye en un guarapo de papelón; qué hacer cuando en el bunker un gato dulce e impertinente como el algodón, suave y desobediente como el azúcar, se enreda insistentemente en las cabelleras marinas y mordisquea sus esqueletos sin piedad; qué hacer cuando por otra parte el planeta ya no es una selva dentro de la cual se vive, sino una bola lejana, vista por alguien que salta desde la estratósfera y rompe récord de altura y la barrera del sonido. 
Una esfera lejana, recordada con nostalgia por Eric Louis en la luna. 

Qué hacer cuando arriba y abajo se confunden, cuando el mar se nos viene encima, a pedazos, qué hacer cuando todo está en suspenso y avanza, imperceptible y evidente, entre automóviles que giran en los remolinos en un minuet de origami y barquitos de papel.

Y cuando de todas maneras nada será nunca lo mismo. 




Ir por el río dando tumbos contra las piedras, dejarse arrastrar por la corriente revuelta, ir por la orillita aferrados de junco en junco, o bailar en la cresta de la ola: talento de sirena y surfista.

Tantas veces es hermoso y confuso, incomprensible, y por hacer.
Ya habían sido anunciados dos soles, y ahora resulta que son cuatro. Más prodigios.
Toca leer entre líneas.


vía Taroteca Uruguay



Sin esperanza se encuentra lo inesperado. 
Heráclito de Efeso. 



vía Faena Sphere



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