lunes, 11 de septiembre de 2017

3.La cebolla


Cebolla, luminosa redoma
pétalo a pétalo se formó tu hermosura.

Pablo Neruda, Oda a la cebolla.

Cristina Müller, quien le pone el color a esta nueva versión de las 96cartas, dice: "Al colorearla pensaba en el fondo y en la forma. Pensaba en lo de adentro y lo de afuera. En lo vertical y lo horizontal, lo lineal y lo radial. En el sabor y el olor de una cebolla morada... dispuesta a combinarse y transformarse en la alquimia del fogón."

Hace cinco años, la cebolla señalaba el camino del entendimiento entre polos opuestos, que se creen mutuamente excluyentes.

"Los seres humanos, ¿somos iguales, o diferentes?
Iguales, por supuesto. Aunque pensándolo mejor, somos diferentes. Aunque más profundamente, somos iguales. Aunque en realidad, somos diferentes. Aunque... cada vez que pelas una capa de la cebolla, te encuentras con el opuesto."
"Cuando necesites escoger entre uno y lo otro, escoge sí."

Si quieres volver a la última vuelta para añadir otra capa de tiempo, y leer allí los comentarios que amplían esta idea (y ver otras versiones de esta cebolla, especialmente una muy linda de Verónica Flores), toca con tu dedo mágico aquí.

En el dilema morado me dejo guiar por esta nueva vuelta.


Hilse dice:
Cebolla I. Amar es también  cortar fina y delicamente una cebolla y  esperar.
Cebolla II. Amar(nos) es también cortar fina y delicamente una cebolla y saber esperar(nos).

Siria dice: "Todo lo que se me viene a la mente sobre la cebolla: sabores, olores, tacto que nos acompañan desde la cuna. Mil y una capa de nuestro universo sensorial y culinario, tan personal y único construido a base de tiempo y cotidianidad. Caramelizadas, crudas, cocinadas en vinagre o al limón, sofrita, asopadas, horneadas, asadas. Solas o para acompañar. En cuadritos, tipo juliana, tipo campesino, licuadas, ralladas. De olor íntimo, que impregna, que deja rastro -solo para compartir con los allegados más silvestres, más salvajes o de la muy estricta confianza-. Aliño a la vez humilde y sofisticado. No hay hogar donde no se deje acabar. Papel dorado y fino, resquebrajadizo que hay que aprender a pelar. blanco verdoso. Morado intenso. Capas sobre capas. Provee horas y horas de paciente entrenamiento en el arte de picar, que se afianza con los años. Hace llorar, unas veces mas que las demás. Primer paso para cualquier guiso, que pretenda enamorar."
Todo sobre la cebolla. Siria Useche


Mercé dice: "Una vuelta y otra vuelta dentro de esa vuelta y pasa el tiempo (de esa forma extraña) y volvemos a encontrarnos en sincronía en un punto determinado de ese trayecto ya recorrido pero en otra profundidad de la capa de la cebolla y podemos ampliar miradas juntas.
Ahí aparecen nuestros reencuentros, nuestras mismas sensaciones de ese tiempo y comunes.. no sé si me explico bien pero esta carta nos da la pista de como vamos a ir dando la vuelta... a repasarlos viajes en un viaje nuevo desde una capa nueva de profundidad. creando otro camino.
Como Claudia coincidí inicio de vuelta con un repaso de otro camino sincrónico... de otra órbita  hace años iniciada... reencuentro con personas y lugares que hace 15 años no veía ni pisaba. Acompañada de Bibi. Sentadas en un rincón observando... y eso ¿qué tiene que ver conmigo en este momento? ¿Cómo estoy saliendo del jardín? ... empiezo a llenar mi cuaderno."

Mercé Pena: mirando con ojos de cebolla
mirada cambio ampliar destilar transmutar llorar


Alicia dice: "A mí la cebolla me genera ambivalencia: la quiero cuando hago mi perico (huevos, tomate y cebolla). No la quiero cuando pico los cuadritos y me remite a que existen más de dos dimensiones. Me hace llorar limpiando mi mirada y mi alma, dicen que absorbe malas energías, virus y cosas así que se purifican en sus capas. Cura la tos más fuerte que puedas tener (si es morada) o sea nos hace expulsar las tristezas que nos dificultan el intercambio milagroso de la vida, de la respiración."

Kira dice: "Me gusta lo que representa pero no me gusta cruda, comerla u olerla. Es mejor procesada, picada, cocida, frita. Me parece bonita cuando la corto y veo las capas pero antipática en su olor y textura. Interesante verla tintada en el microscopio."

Annabel dice: "Me ha pasado que al cocinar, el picarla hace lagrimear y eventualmente ese llorar se me confunde con llanto verdadero...y su aroma me parece tanto volatil como firme, capaz de servir de base o puente a muchas cosas. Cocina o medicina también. Siendo cortada, ella también corta. Astringe. (Pero al mismo tiempo da vida al sabor)."

Sashenka dice: "Yo solamente puedo comer cebolla blanca. Y cocida. Muy bien cocida. La cebolla cruda me hace mucho mal, mi migraña explota de inmediato. Por ello diría que tenemos una relación complicada. Como mejor nos llevamos es con calma. Por ejemplo, cuando preparo pomarola. Como es lenta la cocción, podemos convivir."

Ana Cecilia dice: "Morado, mi color preferido, rosado el que evito.  Mezcla de extremos que se unen para ser uno. Pero no de lo mismo,  ni de lo simple,  si no de capas tras capa de diversidad que muestran nuestra complejidad.  Todos juntos creamos ese todo que nos incluye a todos.  En el centro de esa cebolla lo esencial, y común entre todos,  el amor."

Mariela dice: "Dibujando cebollas estoy... 
Esta vuelta no me han sacado lágrimas y sí sonrisas."


Ana María dice: "Hace 5 años se me acabó el mundo. Cada vuelta me trae un mundo nuevo a punto de acabarse. Salir del jardín y no hay manera de regresar. El mundo es un laberinto. Estoy cual Asterión en el centro de la cebolla, esperando que yo misma me despoje de capas hasta la liberación."

La cebolla, por Desi Chique Clío

Desi dice:
DSI and IO
Lo uno y lo otro
Después de la primera manifestación que tuve de ti, decidí llamarte IO. 

Cuando te invoquen se manifestará un reconocimiento del otro en ti, empatía en esencia.
Tú y yo seremos uno, también serás uno con los otros a través de la palabra, no habrá distinción, porque deseo que tus relaciones se expresen desde la autenticidad del alma, te invito a crear vínculos genuinos entre las personas, más allá de intereses, expectativas y roles sociales.
Recordé la palabra Namaste, cuentan que el significado espiritual de ella contiene la creencia de que existe una esencia divina en cada persona, el IO como lo llamo.
Por tanto, según las tradiciones religiosas en las que se arraiga este término, al decir la palabra Namaste estamos dando fe de la presencia de la esencia de dIOs en uno mismo y en la otra persona. Las esencias divinas se reconocen y se saludan.
2. ¡Así te vieron en el avión a Bolivia IO!

IO, por Desi Chique Clio
Diseño Digital
11 Septiembre 2017
Serie Hago lo que me da la gana!


6 comentarios:

  1. Me redescubro, me maravilla la idea de saberme distinta, aunque siga siendo la misma. Me deshago de capas, como la cebolla, admito que soy vulnerable, cambiante y no me asusta, total! Ya se acabó el mundo, puedo ser lo que quiera.

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  2. La cebolla y su jugo hacen llorar, sus capas expresan la dualidad, la contradicción que produce dolor, la odiosa, egocentrica y pretenciosa mente es una cebolla que hace llorar, es difícil no dejarse llevar por esa maquina de pensar, los ojos producen lagrimas, así como la mente pensamientos y me da por cree que esos pensamientos son la realidad y viene y se instala el pensamiento dual y su conflictivo dolor. el antídoto es tan simple que cuesta, respirar solo respirar, llevar la meditación a un estado permanente . Gracias a este viaje retomo las pistas que se me sueltan

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  3. DSI and IO
    Lo uno y lo otro
    Después de la primera manifestación que tuve de ti, decidí llamarte IO.
    Cuando te invoquen se manifestará un reconocimiento del otro en ti, empatía en esencia.
    Tú y yo seremos uno, también serás uno con los otros a través de la palabra, no habrá distinción, porque deseo que tus relaciones se expresen desde la autenticidad del alma, te invito a crear vínculos genuinos entre las personas, más allá de intereses, expectativas y roles sociales.
    Recordé la palabra Namaste, cuentan que el significado espiritual de ella contiene la creencia de que existe una esencia divina en cada persona, el IO como lo llamo.
    Por tanto, según las tradiciones religiosas en las que se arraiga este término, al decir la palabra Namaste estamos dando fe de la presencia de la esencia de dIOs en uno mismo y en la otra persona. Las esencias divinas se reconocen y se saludan.

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  4. La cebolla, a veces me cuesta hacer el cambio de la vuelta al baile, trato de adaptarme, no solo es caminar es bailar en sincronía, hace 5 años, no puedo tener referencia, desde hace un tiempo mi referencia esta hasta hace un año, es como si se hubiese borrado todo lo anterior, cómo puedo sincronizarme... ese es el objetivo de mi baile, quitarme cada capa hasta llegar al centro...

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  5. A mi esta vuelta me ha dado por volver a las palabras. Me entiendo en versos, me despojo de oraciones complicadas, como quitando precisamente las capas, para anidar en lo sencillo.

    Con la cebolla me ha pasado esto:

    La cebolla es hogar
    Refugio
    Resguardo
    Protección

    La cebolla es camino en el cielo
    Suelta las capas
    Para alzar vuelo

    Periferia
    centro
    y viceversa

    Bulbo y útero
    Raíz y rama verde
    La cebolla es sistema y es galaxia

    Todo lo contiene

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  6. Soy el centro de la cebolla.
    A mí alrededor de van formando las capas, capas con sabores guardados, otras con lágrimas, capas secas por el sol y el tiempo y otras más tiernas.
    En la medida en la que me doy a conocer se van descubriendo mis capas, y me voy haciendo más intensa a tu paladar.
    Soy la cebolla, la tierra, el agua y la luz.
    Soy yo y mi opuesto y juntas damos gusto y alimentamos. No se puede uno disfrutar de una cebolla sin cortarla, sin pasar por el picor y el llanto que produce.
    Recuerdo a mi abuela cortando cebollas para el guiso y el olor de sus manos después, también recuerdo un performance que hizo Sara en el Tet en el que varias mujeres nos sentamos a picar cebollas que Tania cocinaba a fuego lento, mis amigas son otras cebollas y otro gusto para el guiso.
    También podría hacerse una cueva de la cebolla como para protegerse con el picor y poder llorar e invernar.

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