miércoles, 13 de septiembre de 2017

ARTEMISAL / LASTIMARÉ


Ana María dice:
Hoy 13 de septiembre vi a Artemisa en los verdes ojos de mi gata muerta. Lastimada hasta lo más profundo por esa mirada, devolví su pequeño y lastimado cuerpo al bosque, entre lluvia, tierra mojada, verde acuoso. A los brazos de Artemisa, Nuestra Señora. Soy la que soy. Mi gata es ahora terreno sagrado de la Diosa. Ante ella me descalzo.



Foto/video/dirección: Daniela Márquez Siem.
Producción: Ciudad Petróleo / Eduardo Burger
Ella: Seymar Liscano.
GRACIAS


Artemisa tiene una relación ambigua con la mirada.
Para saber más sobre Artemisa, pasa por aquí.
Aquí la meditación de hace cinco años.
Si la ejecutas, cuéntanos en los comentarios cómo se sintió.

2 comentarios:

  1. Al leer la meditación y hacerla, vino a mi mente esta canción de ELISA REGO:

    Entiendo que el tiempo no, no tiene revés,
    no tiene dos sitios de estar a la vez,
    pero algún caso especial, lo puedo entender,
    detrás de mi espejo el reflejo se ve,
    los sonidos de allí extraños a mi,
    resuenan sobre el agua que me cae sin fin,
    me hipnotizan y ya, yo quiero estar allí.

    Mi pensamiento animal, me hace pensar,
    dejando en mi cuarto un ambiente formal,
    mi instinto servil al mundo real,
    se extingue y se aparta de mi identidad,
    manchas hay sobre mi, un aire veloz,
    me encorbo y me situo sobre pies y manos
    y no puedo parar de correr hasta morir.




    Selva deja que me quede aquí,
    no ves que me puedo
    morir sin tu olor, sin ver tu color,
    me asfixio y me da miedo vivir,
    no puedo regresar, selva déjame más aquí.

    Y cambio mi razón, mi forma de ser,
    prefiero esta selva al homo sapiens,
    no más modas en Vogue, libros que leer,
    todo lo que tengo lo llevo en mi ser,
    al luchar por vivir feroz y muy vil,
    son juegos de muchachos comparados aquí,
    mi gobierno soy yo o la muerte por venir.

    Selva deja que me quede aquí,
    no ves que me puedo
    morir sin tu olor, sin ver tu color,
    me asfixio y me da miedo vivir,
    no puedo regresar, selva déjame más...

    Selva deja que me quede aquí,
    no ves que me puedo
    morir sin tu olor, sin ver tu color,
    me asfixio y me da miedo vivir,
    no puedo regresar, selva déjame más aquí.

    Entiendo que el tiempo no, no tiene revés,
    no tiene dos sitios de estar a la vez...

    Eso exactamente me hece sentir mi ARTEMISA, entiendo lo de celosa, debo ser celosa de mi esencia, de mi espacio, cada herida nos permite ver mas y mas , como dices son como ojos que nos permiten observar, de adentro a afuera y viceversa.

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  2. Ayer llegué al bosque, me recibió Sophie en el suelo cosechando cilantro y mientras separábamos la hierba seca de las semillas nos contamos lo que somos, o un poco de ello.
    Luego nos sentamos en un hermoso círculo de 4 muejeres a pensar en que tipo de cristal queríamos sentirnos en el dia, yo me sentí un cuarzo rosa regenerando se entre tanto verde, Artemisa y Nora, la perra del lugar, me acompañaron a una caminata por el bosque en la que reflexionamos sobre nuestro encuentro entre el animus y el alma, el reencuentro con la salvaje que poco a poco, hoja a hoja va saliendo de la cebolla.

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