martes, 26 de septiembre de 2017

NIEVES EN CHIPRE



"Yo tengo un cuerpo
Esperando en el fondo del océano.
Tengo un cuerpo que es como un volcán,
Cuyo cráter el agua lame
para que no emita placer hasta que llegue el amor.

Yo tengo un cuerpo que no conozco.
Podría ser un grano de arena
o un pez rojo
o una perla en una concha.
Pero descubriré su sabor
con dos labios que arderán
Y una lengua que tomará,
y con lava que tiene sonido
como entrando al Paraíso.

En el fondo del océano,
entre pompas de deseo,
tengo un cuerpo para ti
y tengo una mañana y una eternidad:
un mañana en que tú me alcanzarás y una eternidad en manque tú abrirás la concha lentamente con toda la lentitud que yo deseo y de la que tú eres capaz.

"Cuando me hice fruta". Joumana Haddad. Monte Avila editores.





Blancanieves en tránsito hacia Afrodita de Chipre.

Ella: Gabrielle Guerón
Traje: Elisabetta Balasso
Dirección y montaje: Daniela Márquez-Siem
Sonido: Cybele Peña, Cora Corales
Producción: Ciudad Petróleo, Eduardo Burger, SeyMar Liscano,
Catering: Claudia Rodríguez Gilly
Fotografía: Ana María Ramírez-Yanes



"Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos."
Fernando Pessoa


Hoy escuché una propuesta para un nuevo ritual dedicado al día del cambio de traje.
Hilse: Quisiera aprovechar el cambio de traje para escribirme una apasionada y sensata carta de amor, sí a mi misma, de mi para mí. Compraré un par de cerveza esta noche y cuando todos duerman en casa me escribiré una carta mientras espero el traje.

No desechen, sin embargo, la meditación correspondiente al traje. Puede ser reveladora y esta en particular servirá a remontar ánimos.

6 comentarios:

  1. oh Dios! el internet... se borran mis comentarios

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  2. Este año la vuelta 104 despierta versos en el eco de cada carta que emerge. Aquí, va un poema de Juan Gelman:

    LA MANZANA

    “Manzana sola en la fuente, ¿qué haces sin Paraíso? Nadie ve
    su cicatriz amarga. ¿Me pregunta
    a dónde fue el secreto
    de irse por tanta puerta
    cerrada, alto el crepúsculo
    firme, la cara que
    sueña, sueña, sueña,
    sin importar lo que perdió?
    En un rincón, el viento
    mueve la sombra de las hojas.”

    Y unos versos de Gioconda Belli con los que me quedo:

    "Para nunca jamás
    esta Eva verá espejismos de paraíso
    o morderá manzanas dulces y peligrosas"

    (de Eva advierte sobre las manzanas)

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  3. "¿Qué sombra de qué sol llena de frío y asombro
    el camino vacío de la consecución?

    Busca un puerto lejano una nave desconocida
    ese es todo el sentido de mi vida.

    Por un mar azul nocturno, estrellado en el fondo,
    sigue su ruta la nace exterior al mundo.

    Pero el sentido de todo está cerrado en el asombro
    que exhala la llama negra que enciende en mí entusiasmo."

    Fernando Pessoa



    [Endurance]

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  4. Y también un collar para armar.

    (...) "se van tiñendo con tu amor mis palabras.
    Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

    Voy haciendo de todas un collar infinito
    para tus blancas manos, suaves como las uvas."

    Pablo Neruda

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  5. aire/voz

    De esta carta volé a estos versos:

    "hablemos en blanco
    hablemos perdiendo los signos

    repitamos el primer y último acto
    de ser devueltos
    en la cópula mínima
    del polvo
    en la luz"

    Hanni Ossott

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  6. Carta y poema:

    LA DURMIENTE

    "La que amo duerme lejos, en otro país,
    en otro mundo,
    aunque su cuerpo al lado me acompaña.
    Cierra los ojos y desaparece,
    se va, la noche me la niega,
    no hay aviones que lleguen a donde se dirige,
    ninguna palabra me borra su silencio.
    La que amo ya no se ve en el horizonte,
    palpo sus manos, sus pies y no la alcanzo,
    cruza la sombra y se me pierde…
    Su cuerpo está conmigo pero adentro no hay nadie,
    es una casa sola,
    una casa olvidada, desierta,
    y no obstante en el fondo, si me asomo,
    una llama dorada titila
    y nunca se apaga."

    Eugenio Montejo

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