A lo mejor tú sí recuerdas las antiguas lecciones, la parábola del profeta que había decidido abandonar su trabajo de difusión de la palabra de Dios y para escaparse se hizo a la mar, pidiendo a unos marinos mercantes que le hicieran un puesto en su nave. Tal vez recuerdes que se había levantado una tempestad tremenda, y que los marineros identificaron a Jonás como el culpable de esta desgracia, y lo habían lanzado por la borda sin miramientos. La tempestad se aplacó de inmediato, dándoles razón. Jonás solo en medio de la mar tenebrosa casi se ahoga, pero Dios es misericordioso y le envió a la ballena para que se lo tragara.
A partir de allí hay dos versiones: una es que Jonás se quedó en la barriga del cetáceo jugando truco con otros náufragos, posiblemente trampeando; pero esa es una versión apócrifa y tal vez no debiera siquiera mencionarla. La versión oficial es que Un buen día Jonás se hartó de comer krill y se dio cuenta de que su destino más lógico era el de ser profeta. Bien, para que no derivemos más te contaré lo que encontré en mi búsqueda: que Jonás quiere decir paloma, para empezar. Que en vez de predicar en Nínive, como le estaba asignado, quiso irse a España, que hubo tormenta mientras dormía en lo más recóndito de la nave, que se echó a suertes de quién era la culpa de la tormenta, que Dios hizo que le tocara a Jonás, que éste pidió ser arrojado al mar para que no perecieran todos. Y que después de prometer obediencia, el pez lo vomitó en tierra seca, al tercer día. Lo que es interesante, a continuación, es el destino de Nínive, porque lo que le tocaba era fin de mundo, pero no fue en tiempos de Jonás, sino un poco después. Nínive había sido fundada por un bisnieto de Noé, estaba dedicada a la diosa Ishtar, y allí se encontraba la gran biblioteca de Assurbanipal, con 22.000 tablillas en escritura cuneiforme, entre diccionarios, tratados de astronomía y textos proféticos, además de la primera novela de la historia, donde se registran las aventuras del héroe Gilgamesh. Pasaron algunos siglos y Nínive fue arrasada hasta sus cimientos. Algún tiempo más, y hasta la tumba del profeta Jonás fue bombardeada. Por Isis, que curiosamente corresponde a Ishtar.
No sé si esto te parezca relevante, pero quisiste saber los resultados de mi búsqueda, por lo que te lo cuento todo. Pero si te quedaran dudas, la mención a la primera biblioteca del mundo debería bastarte. Pero además, está el asunto de que las 22.000 tablillas se han ido traduciendo de forma colaborativa. Ya volveremos sobre esto.
La otra parte de mi investigación tuvo que ver con el nombre escrito en el sobre que me entregó Babuchenka.
Resultó ser una arqueóloga rusa, especialista en el estudio de la Edad de Hierro de nómadas eurasiáticos de la cultura Pazyryk, que comerciaban con Persia, India y China, y se distinguían por tatuarse el cuerpo con las mismas agujas que usaban para sus bordados en miniatura. Junto a su equipo, conformado por mujeres, Natalia Polosmak había descubierto en el altiplano de Ukok, en las montañas doradas de Altai, casi por casualidad, la tumba de una mujer momificada, recostada dentro de un tronco entero excavado. Conservada en permafrost, como una Blancanieves arcaica, como una semilla de magnolia, se había preservado perfectamente. Natalia se dedicó a estudiar todos los detalles del enterramiento. Por la ubicación de su túmulo funerario entre los kurganes dispuestos como cuentas de un collar; por la calidad de las ropas con las que había sido enterrada, por el tocado altísimo, adornado de ocas de oro, por los caballos sacrificados para ella, había llegado a la conclusión de que se trataba de una mujer de altísimo rango.
Pero no era una princesa, no. Sabemos que no era una princesa, su poder era de otra naturaleza. Mientras leo artículos, referencias, noticias, empiezo a sentirme tan agitada como Natalia al borde de su descubrimiento. Puedo oler la esencia de esa emoción. Sé que ella lo sabe, aunque no puede admitirlo oficialmente. Las brujas siberianas también están agitadas, pero por otra razón: desde que la mujer ha sido desenterrada, han ocurrido terremotos y otros eventos originados por esa profanación. Ellas claman que el cuerpo momificado debe tratarse con reverencia y devolverse inmediatamente a la tierra, donde pueda continuar su labor de protección. Pero Natalia es una científica y la pasión se le ha encendido con este logro, es comprensible. Es un éxito para toda la vida. (En verdad, es imposible encontrar ningún tesoro enterrado, si la tierra no se abre para ponerlo a disposición del mundo intermedio, a la hora precisa en que debe ser mostrado; pero esto no lo admitirán ni la arqueóloga rusa ni las brujas siberianas). Hay fotos de la momia, por supuesto. Fotos desde distintos ángulos, la pobre momia ha sido despojada de sus atavíos para estudiarlos mejor: un abrigo de suave pelo de camello sobre una falda roja teñida con cochinilla, y altas botas de suave gamuza negra, todo ello denotando la nobleza de su rango. Pero ahora la pobre se exhibe desnuda dentro de una urna de cristal; por fortuna una mano piadosa la ha cubierto con un velo blanco. En las fotos de gran acercamiento pueden apreciarse los tatuajes azules que adornan su cuerpo. Cuando los veo, casi me caigo de la cama.
Porque los reconozco.
Esos dibujos son los mismos que vi bailar sobre la mujer que me visitó en sueños, una y otra vez, mientras deliraba tiritando de fiebre, echada sobre la colchoneta en la casa más alta del valle de las aguas claras.
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Que historia tan interesante.
ResponderEliminarGracias Michi, espero que te guste la continuación...
EliminarHoy llegamos al capítulo del salto.
Bienvenida, un abrazo.