domingo, 4 de noviembre de 2012

MALINCHE POR LA LENGUA




"A gem cannot be polished without friction, nor a man/woman without trial".

The swimming master, en ON A CLEAR DAY



Después de mucho caminar, mirar lo caminado, saber que cada paso queda impreso, que todo está pasando ahora, que las herramientas están disponibles y la guía también.

En el sistema circulatorio trabaja la polaridad armonizada: sangre que va a besar las células, una por una, con el soplo del mundo; sangre que extiende en el mundo la memoria del agua personal. En el aire se mezclan las moléculas y lo que la memoria canta. Allí nos reunimos.

Malinche: Estrella Benmamán. Fotos: Maurizio Donelli
Traje TextoTextilTerapéutico de Elisabetta Balasso


Malinche por la lengua: hacer de puente, por amor. La Malinche usa la lengua para trenzar encuentros, culturas, opuestos. Muchas veces erramos, pero el camino sigue llevándonos al puente.



Cuál no ha pasado alguna vez por ser Malinche
intérprete la lengua por la lengua
pidiendo eternidad a lo reunido
mordiéndose el idioma, polvo al polvo
si toca más distancia silenciada
la gana y la lamentación tomando
refugio en su fruta más íntima
poesía.

(de: La Máquina de Hilar)



Es tiempo de activarse y conectar. Esta meditación TextoTextilTerapéutica conecta la memoria celular con el aire universal. ¿Has hecho tu tarea?

Para esta meditación, lo idóneo es estar en un lugar al aire libre, en contacto estrecho con la naturaleza.
Empieza respirando, sintiendo el aire que entra y sale.
Piensa en el aire que entra al cuerpo y llega hasta el interior, con nuevo oxígeno, nueva información.
Piensa en tu memoria celular, alguna accesible, otra codificada, que se comunica con el mundo.
Vamos a acceder a la memoria oculta, hacer bailar el agua personal.
Respira. Con la boca cerrada, deja que las cuerdas vocales vibren, como un abejorro.
Que toda el agua vibre con ese zumbido, que se active lo que está durmiendo.
Respira. Y luego, grita.
Deja que tu grito salga y diga lo que no te atreves a decir.
Deja que los residuos se adhieran a ese grito.
Que el grito te lleve. Que el cuerpo responda.
Que la naturaleza te sirva de apoyo.
Respira.




Me amarro el doble corazón al pecho
Mi corazón late al unísono conmigo y conmigo



Doble corazón, bombea 
Todo lo que he buscado afuera de mí, está adentro. Por los laberintos circulatorios ruge la sangre, aliento de vida, llave primitiva, mi vida y su memoria. La memoria. Todo está aquí. 


Yo y yo misma, las megelas reunidas 
Todo lo que me ha sucedido está aquí. Corre conmigo. Respira conmigo. Todo está sucediendo ahora. Lo que amé, lo que me dolió, lo que sueño, mi herencia donde mejor canta el pájaro, lo que quisiera borrar: todo está aquí. Mi grito a veces aúlla, a veces gime, puede ser un estertor, no sé cómo será cada vez. Gritamos como quien recupera una voz. Renacemos con cada grito. 


Mi megela y yo respirando, gritando juntas, reuniéndonos en el grito. 
En armonía. Ella tiene las llaves. Ella me susurra en sueños. Ella me cuida y conserva la memoria.
Ella grita conmigo y nuestros alientos se funden. 
Cuando la recupero, me recupero.




La que corre y grita: Estrella Benmamán.
Fotos: Elisabetta Balasso


3 comentarios:

  1. Esta geminiana queda atrapada entre tantas gemelas...mientras el azar hila por mí el camino que me hace laberinto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. <3
      poesía megelar
      ¿quieres gritar con el corset del DobleCorazón Malinche por la lengua?
      es el momento

      Eliminar