Los buñuelitos de la tía brillaban en la oscuridad de la cocina/
y parecían de oro o astros que se están por volar.
Juan Gelman
Bueno, pues aquí vamos, con las manos en la masa.
El veneno está que arde y no se sabe si es un cáncer o un detoxificante.
¿Será que el veneno se evapora o sale de la amasa, si amaso?
Quedan menos de 30 días de una Vuelta que quizás sea la última.
Por tanto, a unir con esas manos retoñadas los elementos, hasta que sean una cosa sola.
Cuando derivamos con las manos cortadas y estamos cegados por la supervivencia, estamos muy cansados para amasar, amasarnos, amarnos. Tenemos que sacar el tiempo para leer y pensar sobre cosas de ser humano: poesía, arte, danza, cine.
Necesitamos el pan.
¿Amas(as)?
Los buñuelos de miel de la tía Fran tenían más nostalgia que varios tangos juntos/
eran más rico que la miel y las abejas que hacen la miel y las flores/
que dan de comer a las abejas.
Juan Gelman.
AMAS-AR,
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