sábado, 11 de noviembre de 2017

7.Budare


Día 7, ya estamos bajando la cuesta del ciclo Hilar la Sombra de la Flor.
Como el ciclo Malinche, ha sido duro reconocernos en el tiempo que transitamos entre el reconocimiento sorprendido de que estamos bien, de que sobrevivimos, y el no hallarnos, no encontrar el lugar que habíamos ido labrando para encajar en ese nido elegido. Todavía necesitamos unos ajustes de foco para regresar a nuestra silueta, redibujada una y otra vez, boceteada en los dibujos que cada día nos resume en nuestro ejercicio cotidiano, hoy en su onceavo día: a partir de hoy iniciamos una travesía de 40 días, como quien atraviesa un desierto: nos quedan 40 días de dibujar, nos quedan 40 días de Vuelta.

Enciende pues el fuego bajo el budare que heredaste de tu madre, que ella heredó de la suya.
Recuerda el proceso de curar tu budare: hacerle crecer esa capa negra que es una historia de vida.
Calienta allí las arepas del desayuno, para reconfortar el cuerpo. Tal vez sean arepas ovaladas, tal vez no sean precisas en su redondez cuando no respondan exactamente a la definición de arepa, pero amasa con cariño para que las manos transmitan el amor que nos permitirán atravesar el día con el mismo sentimiento cálido y tierno. Esta es una carta de la Estirpe de Cocineras, habla del fueguito que va pasando de mano en mano y se mantiene vivo a través de la línea materna, habla también de reconocer a quién te enseñó a dar forma a tu sazón personal.
El budare interno se relaciona con el fogón que es el calor de hogar (relacionado con Hestia y con el Irori tradicional japonés, que en cambio es cuadrado): un centro alrededor del cual reunirnos: el fuego interior. La chispa que nos da vida día a día.

Los desayunos domingueros han de ser inigualables.
Hace cinco años exactamente fue en forma de merienda a la hora de la brisa de la tarde y me alegra volver a ver tantas caras amigas. Agradecida.

1 comentario:

  1. Se cocina con la herencia y me reconozco hacer algo diferente honrando lo aprendido, yo hago panquecas, en el budare.

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