El agua/
Que no acaba nunca/
De soñarse.
Eugene Guillevic.
Agua al Puente: agua, agua, agua.
¿Qué hacen? Hacemos un acto mágico de purificación.
Pasamos el agua (el agua de vida del manantial de la doncella) de una jarra a otra.
Lo que sucede en ese paso aparentemente tan sencillo es milagroso, atraviesa el cuerpo que sirve de vasija. Durante la meditación profunda, desaparece la persona y aparece el infinito. Allí es donde sucede la magia.
Es la operación que sigue naturalmente la operación Hilar la Sombra de la flor.
El puente necesita del agua para confirmar su sentido.
El agua debe estar limpia.
Somos el puente, y somos el agua.
Si nos sigues paso a paso sabes que el rojo y el azul hilaron juntos la sombra, mientras esta operación trabaja con los contrarios ya reunidos en un agua surgida de la fuente para lavar aquello que ha de ser lavado.
Aquí llegas a la meditación original y aquí puedes revisar la historia completa del traje.
Como pueden atestiguarlo quienes lo han llevado, cada experiencia es única y transformadora.
El agua /
Que se place en su nombre.
El beso de esa agua.
Eugene Guillevic.
Gracias a Gabi Valentina, que en su itinerario personal pasó de Nieves en Chipre el año pasado, a esta operación alquímica este año. Y en efecto, ya el cambio está operando.
Gracias a Ana María Ramírez Yanes por las fotos fijas, también es notable que haya asistido al trabajo de las Megelas Tornasoladas para poder entender mejor lo que aquí sucedía.
Gracias a Daniela Márquez Siem por el video, lo hacemos con el mayor amor del mundo, entrega y generosidad.
Ella: Gabriela Valentina Mari
Traje: Elisabetta Balasso
Dirección y montaje: Daniela Márquez-Siem
Producción: Ciudad Petróleo, Eduardo Burger
Foto fija: Ana Maria Ramírez Yanes
todo a su debido tiempo, lavar,limpiar, purificar
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