Hoy sale sin color de momento, porque la del color está de permiso y llega en la noche.
Mientras tanto hablemos del tema.
Un acierto es el comienzo del impulso que se arquea y se tensa
apuntado a lo que va a ser.
Me pronuncio en un espacio musculoso, alerta.
Un solo respiro sostiene el trayecto del venablo.
Soy el blanco del sentido.
Sonia Sanoja.
Y Jennifer Gásperi dice:
Soy de verdad. Así. Con unas partes que amo y otras que no me gustan. Pero pasa que veo esta foto y no logro ver lo que me gusta: saltan las imperfecciones. Y creo que me pasa a mi y muchas otras mujeres con quienes comparto mis búsquedas. Hace mucho que vengo pensando en la imagen que construimos en las redes sociales, algo así como 'la vida en Instagram' y las distancias con la vida real. Es un tema que me tiene fascinada y aterrada.
Tengo tiempo diciendo que quiero gente de verdad en mi vida: no me asustan las sombras (ni mías ni de los otros). Están. Y en lo cotidiano aparecen. Para muestra esta foto: yo quería compartir mi #PrácticaPersonal de hoy y apareció otra cosa.
Haciendo esto he recibido juicios de todo tipo: los que van por la línea 'deja la intensidad', los militantes caribeños del 'sé feliz, tómate un ron que la vida es una' y con los que me gusta quedarme 'gracias, esta historia es inspiradora'. Todo eso me mueve pero me digo: si lo pongo acá es para eso ¿no? y luego recuerdo que 'los juicios hablan más de quienes los emiten' que de mi. Y sigo.
Hace mucho que investigo sobre lo femenino y lo que significa para mi (y para otrxs) ser mujer y hoy, al ver la foto experimenté eso de estar expuestas a los cánones de belleza autoimpuestos o construidos en nuestra relación con el afuera: las medidas, el peso, el estilo, el tipo de cuerpo, los volúmenes, el tamaño de los pies, la altura, las curvas o las no curvas, 'lo que tiene la otra que yo no tengo', los complejos, las comparaciones (propias y de otros). En fin, esta experiencia que se parece bastante a la crueldad y se aleja del amor. Me aleja, quise decir.
Sigo con mi cruzada de mayor honestidad en el mundo (real y virtual) y vuelco mi trabajo personal a este espacio loco que es lo virtual.
Me pregunto si podemos crecer si seguimos mirando sólo lo lindo, lo bueno y las vidas perfectas.
(Y llegó el color de Cristina Müller)
Cuerpo es ser en totalidad.
Hanni Ossott.
Y dice Hilse León:
Los cuerpos que me habitan.
He venido ha decirles que en mí confluyen varios cuerpos, un cuerpo madre, un cuerpo mujer, un cuerpo creador, un cuerpo visitado, un cuerpo visitante, y para mi propia salvaguarda, un cuerpo que se inicia.
La mayoría de los cuerpos que se desembocan en mí se encausan en la danza, y algunos, tienen por amante al poema.
Nos encontramos conviviendo con tantos cuerpos como sea necesario. Cada uno de estos cuerpos se manifiesta de manera diferente, los conforman diferentes substancias, sus vaguedades, sus geografías son distintas. Aunque todos obedecen a una misma complexión física, difieren en sus pasiones y en sus maneras de manifestarlas, pero en el fondo de nuestra naturaleza todos nuestros cuerpos se tocan.
Aparece así el cuerpo con plenitud para ser vínculo, un cuerpo en absoluta espera.
El camino es largo pero claro, danzar en espiral hacia nuestro centro girante con los astros encendidos y la poesía en el cuerpo.
Lo que consideramos bello en un cuerpo es parte del tema y está ligado al contexto: dónde, cuándo.
Hoy, hace un año, por ejemplo, se inventó el primer concurso de belleza humana juzgada por I.A.
Otra parte del tema es la sabiduría del cuerpo que trasciende nuestros cánones relativos.
Habitamos por años un cuerpo con el cual dialogamos poco. Aprender ese diálogo.
Conocerlo, como se conoce a un amigo.
Descubrir que contiene información por cada instante de vida, memoria que nos trasciende.
Que sabe más de lo que creemos saber.
Que tiene su inteligencia.
Que nuestra salud espiritual descansa en cada uno de los alvéolos pulmonares, en la médula de los huesos, en la gelatina de las articulaciones, en el líquido claro que da vida a las células.
Miro mi cuerpo que envejece. Nos sonreímos.
Y Claudia Sierich dice:
en la mañana cuando recién despertamos, nos quedamos mejor un ratito quietos, distendidos. he aprendido que, en ese "momento" incalculable, si nos sentimos, parte por parte, sabemos como estamos. algunas partes duelen, o palpitan, o nos damos cuenta de ellas, una por una. otras directamente florescen. a veces, despertamos riendo como bebés. otras, ay, la caída de anoche, ajá, el tendón. - - - la otra es, cuando trabajamos. también si el trabajo es pensar: a veces pienso mejor danzando o haciendo gestos aéreos, y otras, el pensamiento genera estos movimientos significativos. (sombra de paraíso). lo que más me gusta es la mañana: siento, qué partes del cuerpo-alma están adoloridos, cuáles están sensuales, anhelantes, cuáles callados, cuáles trancados...
mi cuerpo, mi bien mas preciado, aquí se manifiesta la vida. a veces nosotras esperamos un colapso para apreciarlo, amarlo, después de liberar, cortar, barrer, separar ... estoy y quedo yo y mi cuerpo. Te amo cuerpo
ResponderEliminarhablando del cuerpo...el cuerpo habla , en este link hay una charla sobre el lenguaje corporal
ResponderEliminarhttps://www.ted.com/talks/amy_cuddy_your_body_language_shapes_who_you_are?utm_source=facebook.com&utm_medium=social&utm_campaign=tedspread--a
Practique Yoga durante algunos años. Mente-cuerpo-espiritu= Sabiduria.
ResponderEliminarAhora practico Qi Gong= el cuerpo es sabio y avisa.
Pero la meditación = encontrarme con la sabiduría interior que luego se ve reflejada en mi cuerpo.